Ya os comenté que en Semana Santa pasamos unos días en Marsella, la segunda ciudad más grande de Francia y el tercer puerto comercial más importante de Europa. Su historia se remonta a la época griega, donde Massalia se convirtió en una polis de referencia de la Europa Occidental, y cuyo viejo puerto ha sido el centro a lo largo de los siglos de la vida política, económica, social y cultural.
Este año la ciudad se ha convertido en la Capital de la Cultura 2013, con la celebración de exposiciones de arte, encuentros literarios y jornadas gastronómicas, pero cuyo proyecto estrella es el diseño, remodelación y construcción de nuevos edificios y zonas urbanas
por parte de prestigiosos arquitectos a nivel mundial.
Y esto fue lo que nos encontramos: muchas zonas en pleno proceso de cambio, con edificios de diseño integrados entre los restos de siglos pasados, nuevos barrios empresariales, modernos tranvías que te invitan a hacer un recorrido por la ciudad y que te llevan a sitios maravillosos por descubrir como los Jardines del Faro, donde la vista sobre la ciudad es imponente...
Pero a la vez perduran los ecos del pasado, con barrios antiguos donde huele a pescado y a sal, a jabón de lavanda, a licor de Pastis y a un plato de bullabesa. Recorres sus calles y te encuentras con mercadillos donde parece que viajas a países lejanos, donde te mezclas con gente de diversas nacionalidades, donde el tiempo se ha detenido... Ese recorrido siempre acaba en el Viejo Puerto, el verdadero imán de Marsella, donde puedes disfrutar de un buen paseo al atardecer o de sentarte en alguna de sus terrazas y restaurantes.
Y entonces te olvidas de esa imagen de Marsella de las películas donde la mafia y las persecuciones alocadas por sus calles son las protagonistas... Y se convierte en un sitio ideal donde escaparse unos días con la familia, una bella joya del Mediterráneo.
 |
Vieux Port, con Notre Dame de la Garde al fondo |
 |
Otra foto del Vieux Port |
 |
Fort Saint Jean, con la Catedral de Marsella a la izquierda |
 |
Vistas de Marsella y del Vieux Port desde Jardin du Pharo |
 |
Paradas de venta de pescado en el Vieux Port |
 |
Boulevard La Canabiere, una de las calles más animadas de Marsella
|